Como el arte de catar un vino, en parte ciencia, también experiencia.
Se llega a la primera fase, donde los sentidos se conectan uno a uno, no hay desequilibrio, atención al 100.
Te acercas. Te gusta lo que escuchas, lo que ves, su olor te atrapa, lo pruebas, lo disfrutas…
La temperatura es la adecuada, lo tomas lento, te tomas tu tiempo…
La luz a tu favor: el contraste es perfecto.
Traduces esas sensaciones subjetivas en comprensibles... y decides…y aprecias.
3 comentarios:
Me gustó la analogía...
Respondiendo a tu comment; ZAS!!!!!!! Estás invitada cuando quieras...
Pues yo no tengo ni idea de como catar un vino, pero supongo que a de ser una manera mas, de apreciar esas sutilezas de la vida que la hace extraordinaria.
Tamara!!!!
NO te burles de que rompi mi template!!!!!!
Me lastimaste jejejejej
Mmmm vinooooo. Me gustaba el vino pero desde que empecé a trabajar en un restaurante bueno donde tuvimos que probar todos los vinos para saber qué recomendar a los clientes, me ha encantado catar el vino, buscando su carácter.
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