mayo 24, 2006

De una infancia feliz...

Viendo a mi niño de 7 armar esas maravillas que sólo él podría hacer con sus legos sin seguir un instructivo: torres de control, naves espaciales, fuertes, y ciudades enteras ultra modernas, superando además y por mucho el diseño que venía en la caja y revolviendo a Harry Potter con las Tortugas Ninja y uno que otro extraterrestre, recordé mis juegos cuando tenía su edad.

Tenía como dos lados, el ultra femenino que me hacía desear con el alma cada Barbie que sacara Matel, armarles casas impresionantes haciendo uso de cuanta cosa se me pusiera enfrente: alajeros, cajas d kleenex, palitos de madera (para separar las recámaras) Confieso que era más atractivo el armar la super mansión que el juego mismo, me daba mucha satisfacción ver terminada mi obra maestra y darme cuenta de la super creatividad que yo creía tener; algunas veces no llegaba a jugar, cuando terminaba la casa ya me daba flojera jugar...nada más me sentaba a contemplar mi creación.
Mi obsesión por estar vestida de bailarina todoooo el día echando marometas y trepando por las ventanas...
Mi lado "salvaje" me hacía vestirme en fachas y salir al jardincito a jugar con la tierra, preparaba mi cubeta de agua, le robaba sus play movil a mi hermano y hacía tremendos pantanos en los que zambullía a los pobres monos que algunas veces nunca aparecían, me imaginaba que se iban a otra dimensión...al mundo de los play movil
Si había obra en casa de algún tío, era como ver el paraíso frente a mí: si había montañitas de tierra era el éxtasis: hacía los mejores túneles, me tardaba HORAS y conectaba todos al final...
Fanática de escalar árboles, de jugar futbol, de hacer pirámides humanas aunque me aplastaran mis primos grandes...
Uno de mis juegos favoritos siempre fue actuar. Las clásicas historias dramáticas, hoy me acuerdo y lloro de risa, jugabamos a los "pobres" (que mal estaba, neta) al barco que se hundia (en la base de la mesa del comedor de mi abuela) a Candy, candy...
Ya con un poco de menos hiperactividad mi pasión era los juegos de mesa, muchas veces incomprendida, tenía que jugar sola, como que nunca tuve mucha gente para jugar esto,en esa época todos preferían el ATARI...

Los tiempos han cambiado mucho, claro que fui adicta al Nintendo, llevé a Mario Bros hasta el mundo 8, y también maté muchos patos, pero con toda seguridad puedo decir que me quedo con la tierra y mis pantanos.

2 comentarios:

zeus dijo...

Caray yo fui fan del atari. Ya ni me acordaba que este existía. Recuerdo que en quinto de primaria, por ahí de 1985, reprobé tres materias, y santa tunda que me acomodó mi padre. Las vacaciones de diciembre fueron terribles hasta la llegada en navidad del atari. En mi caso nunca fui creativo yo fui un producto de televisa. Mi verdadera SEP se llama Televisa y aunque me dé vergüenza decirlo es la neta del planeta. Creo que tuvo más influencia en mi Chabelo y Odisea Burbujas que mi maestra Amparo en la primaria. Yo prefería la catafixia y las espantosas "x" que la escuela.

Anónimo dijo...

Los playmobil eran la onda!!! Me encantaban esos juguetes, tenía muchísimos, y también tuve casi toda la colección de la guerra de las galaxias, los que estaban padres, los de "Lily Ledy", luego casi toda la colección de transformers, g. i. joe, thundercats... También me encantaba construir escenarios con cartón de cajas y combinandolo con casas de muñecas que eran reliquias en mi familia... lo malo es cuando había "guerra" o algo así y los incendios no se hacían esperar... las nalgadas después del incendio tampoco.