junio 02, 2007

Ella

A veces se alejaba de todos y de todo. Le daba la espalda a la vida y se refugiaba en sus sueños, su único alimento por días. Cerraba la ventana de sus ojos y sólo dejaba que vieran hasta donde ella decidía. No usaba reloj porque nunca le gustó darse cuenta del paso del tiempo, muchas veces quiso detenerlo, congelando instantes sin darse cuenta que se habían consumido ya.
Poca gente la entendía, era transparente, fácil de querer, pero sus barreras formaban un muro inflanqueable que evitaban un mayor acercamiento.
No puedo escapar cuando quiso hacerlo, sin darse cuenta las cadenas se fundieron en sus pies y sus ojos se clavaron en su celda.
Era presa de ella misma. Victima y verdugo alternando papeles.
De fragil sonrisa congelada y ojos profundos, decidió contemplar el mundo hacia fuera, nunca, nunca más hacia dentro.
- Ande, hábleme de su aguda visión del mundo.
- No, hoy no me apetece.

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