junio 26, 2007

Tanci.


Todos los jueves pasaba de prisa por aquel aparador, la mano de su abuelo la sujetaba fuerte abriéndose paso entre la gente.
Su estatura apenas pasaba del metro y a veces tenía que esforzarse bastante para tan sólo verla unos instantes.
Tenía algo, algo especial, algo mágico.
Era distinta a todas las que había visto antes, el brillo en su mirada era único, hablaba con sus ojos.
La conexión comenzó desde el primer instante en que cruzaron miradas, las dos tenían tanto qué contarse, las dos se sentían sólas.
Con los años comprendió que sentirse sóla no debía asustarla, que era naturalmente humano... que insistentemente buscamos compañía que llene los vacíos superficiales aunque sepamos que muy en el fondo irreparablemente lo estaremos toda la eternidad.
Un jueves por fin su abuelo pudo bajar el ritmo de su andar, tomarla más suavemente de la mano y voltear hacia el aparador que cada semana ella trataba de mostrarle orgullosa, con sus ojos grandes y con la firme esperanza de tenerla algún día.
Se detuvo frente la vitrina, sus ojos se llenaron de lágrimas y fue imposible mantenerlas dentro. Sin hacer un sólo ruido continuaron su camino, ella no estaba más ahí.
Se llamaba Tanci y sus encuentros fugaces y silenciosos duraron aproximadamente 5 meses.


14 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo siempre quise, por sobre todas las cosas, el halcón milenario, no llegó hasta hace bien poco.

Anónimo dijo...

¿Cómo describes los tamarazo? Dejo una Invitación, opcional. Saludos.

Kuruni dijo...

"...comprendió que sentirse sola no debía asustarla, que era naturalmente humano..."

Poca gente llega a ese punto. Muy buen blog. Muy honesto y divertido.

vergudo-82 dijo...

yo tambien quiero una muñeca (pero no es inflable) està en un aparador de amsterdam :(

León de Cantabria dijo...

Me gustó el relato...ella no estaba más ahí, de niño se va aprendiendo que esos desencuentros serán comunes, pasa con lo material, pasa con la demás gente, simplemente desaparecen ó los haces desaparecer.
Curiosamente lo viví con algún juguete, pero no lo recuerdo.

Un abrazo,

Manzana dijo...

Aww
Checa, yo no tuve una mascota (así mía) como hasta los 20... era una gatita y la mataron unos putos perros. Lloré mucho y por varios días.
El tiempo pasa rápido y yo crezco muy lento jeje

Libradita dijo...

me gustó tu relato pero me puso muy muy triste :(

El Hijo del Maiz dijo...

suavemente, besame, que quiero sentir tus labios, besandome otra veeeeezzz


suavemente


be-sa-me

pk dijo...

me gustó el texto.
la montia, la verdad, me parece tétrica.
y nada, aquí para dejar un saludo.
buena media semana

Exenio dijo...

Linda la prosa; gracias por ser quien eres...

Imus pulchrum est

Miss Neumann dijo...

yo tambien extraño a mis muñecas...

Sv Alteza dijo...

te invito al juego.
visita mi blog.

Sivoli dijo...

Chale, después de casi 25 años es que me regala mi madre mi primer personaje de Star Wars articulado.

Bueno, pero llegó, shai lalalala

...flor deshilvanada dijo...

...insistentemente buscamos compañía que llene los vacíos superficiales aunque sepamos que muy en el fondo irreparablemente lo estaremos toda la eternidad. No quisiera una eternidad en soledad, llega un momento que pesa...

Saluditos Tami