julio 04, 2010

Un poco de glamour para la despedida

Se puso su vestido favorito, el perfume más fino, decoró sus ojos más de lo normal y uso aquel irreverente lipstick rojo.

Guardaba en su interior la esperanza de que cambiara de opinión, su corazón estaba suturado y temía el colapso.

No sucedió. Sus ojos tiñeron de oscuro su rostro y el rojo de sus labios se decoloró bajo la lluvia.

Si le tuviera menos miedo al karma... si así fuera...

Quiere olvidar tu voz, tu estampa al verte venir, tu maldito olor.

Bórrale tu lengua jugando en lo más profundo de su boca, elimina el placer que le regalaste.

Déjala seguir sintiendo el despecho, esa maldita sensación que la tiene cantando y sonriendo y llorando sobre tu ausencia como victoria personal.


-Un poco de glamour para la despedida- pensó.


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